En una esquina de Möllevångstorget está de moda ir a Kaffebaren pa Mollan. Zona con buenos lugares de comida, pero para un buen café y un ambiente tranquilo es fácil cruzar la plaza y pasar a esta cafetería. El barista que nos atendió fue muy amable y luego de hablar con él era fácil percibir sus conocimientos. Además de café se puede ir a desayunar y  almorzar. Su interior tiene un toque industrial con paredes blancas de azulejos y arte.

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Caminando por la principal área de compras en Malmo, nos encontramos una casa antigua de los años 1600 donde está instalada Lilla Kafferosteriet. Se compone de muchos pequeños cuartos y cada uno expone arte, artefactos antiguos y cuadros con información sobre café, mapas con los lugares de producción, y guías de clasificación para la calidad usada en Brasil, por ejemplo.

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Abrió sus puertas después del 2006, gracias a que dos amigos lograron construir el sueño de una cafetería. En el 2010 se unió otro colega para trabajar la tostadora. Su nombre “Solde” significa rebaja, palabra que se usaba mucho en la tienda en la que trabajaron los dos dueños iniciales. Los dueños comentaron que son muy cuidadosos con sus granos desde la finca hasta la taza, y que tratan de ofrecer buenos precios al consumidor. En un lugar donde realmente educan al consumidor.

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